Eres la madre de dos niñas hermosas, ¿Cómo ha cambiado tu estilo al convertirte en mamá?
Siempre he tenido un estilo personal bastante marcado que ha evolucionado a lo largo del tiempo, pero algo que aprendí de mi mamá es que todo regresa y vuelve a ser vigente, por eso les guardo a mis hijas todas mis piezas de ropa porque reflejan un período de tiempo y la historia se repite.
La maternidad me hizo apreciar las piezas clásicas y la comodidad, porque estoy corriendo todo el día pero no quiero sacrificar mi estética personal, por ello tengo mis jeans favoritos en todos los colores y varios pares así como mi t-shirt predilecta en todos los colores. Soy igual con mis zapatos, si encuentro uno que funciona, me compro dos pares. Siempre he sido ultra femenina, por lo que amo llevar vestidos en la noche—eso si, la altura de los tacones ha bajado desde que tengo hijos. No quiero salir lastimada en un intento de ser la mujer más alta del lugar.