“Desde que ella y Mauricio comenzaron a salir, me fui familiarizando con el estilo de Mariel y quise hacer algo que se ajustara a su personalidad. Un delicado escote halter con una espalda baja destacaría sus hermosos hombros y me incliné por esta silueta porque por un lado tiene un atractivo atemporal y, por otro, es completamente acorde con su edad. La falda fue uno de los elementos que más me encantó, ya que tiene una caída espectacular, pero sigue siendo ligera. Era muy importante para mí que la falda se moviera de manera fluida, en lugar de ser un impedimento mientras bailaba o caminaba. Como había estudiado fotografías del lugar donde se realizaría la boda y tomé nota de la abundante naturaleza y vegetación, el contraste del vestido con el entorno tenía que ser espectacular y lo logramos."